Refleexión Veraniega

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Cuando camino descalza por la playa, me encanta sentir como la arena se hunde bajo mis pies dejando marcada una huella... Mi pequeña huella está rodeada por muchas otras huellas, algunas recientes y otras ya casi totalmente borradas por el viento y la marea. Pero en lo que todas las huellas se parecen es que tienen todas más o menos la misma profundidad.


Creo que pasa lo mismo con la huella que dejamos en el mundo: todo el mundo camina por el camino establecido, el sendero que se formó tras muchos años de generaciones enteras caminando por ahí... ese es el camino que lleva a la guerra, el egoísmo y la competencia. Es el camino más fácil, porque sabemos exactamente que resultados dará, aunque estos sean resultados atroces. Para muchos es preferible esta suerte de "ley de la selva" a aventurarse a crear un nuevo sendero.

Pero no basta con desear caminar por un sendero mejor. Si decidimos adentrarnos en lo desconocido para buscar lo óptimo, puede que se encuentre, pero si emprendemos el viaje solos encontraremos lo óptimo de manera personal y el camino hallado se perderá para la humanidad cuando tu vida en este mundo termine.


Las huellas de las personas en los caminos más transitados son más profundas y duraderas que las huellas del caminante solitario que se aventura en una senda jamás pisada. Es por esto que se debe encontrar compañeros de viaje que busquen también una senda mejor para todos y que ayuden a difundir los descubrimientos. Basta con tan solo un puñado de personas dispuestas a salirse del camino seguro para encontrar nuevas rutas.

Seguramente hay varios puñados de personas encontrando rutas distintas. Cuando estos puñados converjan en un punto se habrá hallado la solución a nuestra forma de vida. Nuestro corazón nos guía para encontrar a los compañeros de viajes... cada vez se abren más puertas de posibles rutas a seguir. Elijamos la que nos hace SENTIR más y vamos por ella.

¿Por qué?

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Mi abuela está enferma... ella siempre ha sido muy buena. ¿Por qué Dios Amor la hace sufrir? Yo la amo... Si cada uno vive en el universo que es capaz de imaginar, en el mío ella no sufre, ella es feliz siempre... No lo entiendo... Yo pensaba que el sufrimiento era un aprendizaje, pero no se me ocurre qué debe aprender ella con esa enfermedad y ese dolor. ¿Por qué? ¿Por qué? No me gusta. No me gusta como son las cosas.